Las Pirámides
Desde tiempos antiguos hasta hoy, las pirámides (en especial la Gran Pirámide de Gizeh) son motivo de una controversia centrada en la posibilidad de que estas misteriosas estructuras geométricas contengan en su interior los secretos del universo. Y su distribución por toda la Tierra (desde Egipto a México, pasando por Camboya o Siberia) hace sospechar que su finalidad no era únicamente convertirse en monumentos funerarios, sino que muy bien podían servir a propósitos mucho más complejos y misteriosos.
Se ha descubierto, con pruebas fehacientes el poder de la pirámide en distintas funciones de la vida cotidiana: incremento del vigor sexual, conservación de alimentos, poder terapéutico, equilibrio en el campo energético, entre otras muchas más.
AVENTURINA:
La Aventurina es conocida como la «Piedra de la Oportunidad», que se cree el más afortunado de todos los cristales, especialmente en la manifestación de prosperidad y riqueza.
Su energía ganadora lo convierte en un gran aliado para aumentar las posibilidades en cualquier situación.
La Aventurina Verde libera viejos patrones, hábitos y decepciones para que pueda tener lugar un nuevo crecimiento.
Aporta optimismo y entusiasmo por la vida, lo que permite avanzar con confianza y abrazar el cambio.
Mejora la creatividad y la motivación de uno, y fomenta la perseverancia en maniobrar los obstáculos de la vida.
También refuerza la decisión y amplía las cualidades de liderazgo, inyectando un sentido del humor y apertura a las ideas de los demás.
Tiene una fuerte conexión con la Tierra y el reino Dévico, proporcionando una mejor comprensión y apreciación de la naturaleza y sus tranquilizadoras vibraciones en la mente y el cuerpo.
Es una piedra excelente para casas o jardines contra el estrés geopático.
La Aventurina Verde es un armonizador notable, que une los cuerpos intelectual, emocional, físico y áurico para devolver el ritmo natural a uno.
Disuelve la negatividad y equilibra las energías masculinas / femeninas, permitiendo a uno vivir dentro del propio corazón.
Nos alienta a liberar el apego a los resultados y a estar más presente en las experiencias propias, abarcando el cambio, el crecimiento y la renovación.